El Congreso de la República tiene competencia para realizar tres funciones: legislativa, fiscalizadora y de control político, y también funciones especiales. Para ejercerlas cuenta con diversos órganos: el Pleno, el Consejo Directivo (compuesto por la Mesa Directiva y los Portavoces) y las Comisiones, que se desagregan entre Ordinarias (actualmente, 24), de Investigación, y otras constituidas con fines específicos.
Pero la organización de estas comisiones reproduce la clasificación por Sectores que caracteriza al Poder Ejecutivo. Desde un enfoque de Estado centrado en los ciudadanos y ciudadanas, ¿por qué no aspirar a otro tipo de organización en el cuadro de comisiones?
- ¿Por qué Comisión de Presupuesto, y no Comisión de Calidad del Gasto, por ejemplo, para llamar a todas las partes que pudieran estar asociadas a obstáculos que limitan el gasto de calidad, y no a la asignación presupuestal entidad por entidad?
- ¿Por qué Comisión de Economía y Finanzas, y no Comisión de Reducción de la Pobreza, por ejemplo?
- ¿Por qué Comisión de la Mujer y Familia, por un lado, Comisión de Inclusión, por otra, y Comisión de Pueblos Andinos, por otra, y no una Comisión de Poblaciones Vulnerables, por ejemplo?
¿Qué ganaríamos con una propuesta más atrevida de organización de comisiones, en términos de fiscalización y control político donde se pueda llamar a varios Sectores a la mesa a rendir cuentas? Y quizás, ¿mover al Ejecutivo a cambiar esa organización, si hacemos que la representación nacional les exija articular en esos términos?
Es posible que esa organización sectorial de las Comisiones del Congreso no sea solo una reproducción por homologación al Ejecutivo sino un mecanismos que les otorga poder a los congresistas en su interlocución con los Ministerios. ¿Es entonces cada Comisión Ordinaria un “equilibrio de poder” con cada Ministerio?
Lo ciudadanocéntrico es urgente como enfoque y como materialización de la organización de las políticas públicas. Nos forzaríamos todos -Estado y sociedad- a ver los asuntos públicos desde los ojos de los sujetos, y no desde los segmentos como hemos dividido a las organizaciones que lo tienen a cargo.
